Días atrás, una querida y respetada docente oriunda de Villa Ramallo participó de una situación límite que gracias a su aporte y el de otras personas tuvo un final feliz.

Daniela Sperandini, que durante 26 años también dió clases en el Instituto Santa María de Gobernador Castro, protagonizó un emotivo episodio cuando venía viajando junto a su familia por la Ruta 9 y a pocos kilómetros de arribar a Ramallo se encontró con un grave accidente de tránsito en el que estaba en riesgo la vida de un conductor.

Roberto Enrique Aureliano Paz, un prefecturiano oriundo de Rosario que se dirigía a San Isidro volcó con su auto y quedó sumergido en el agua.

"Como docente me desempeñé durante 28 años en Villa Ramallo, Pérez Millán y Gobernador Castro dónde estuve 26 años en el Instituto Santa María", comenzó contando en el aire de FM Génesis y San Pedro Informa.

"Gracias a dios en todos esos años nunca me había tocado presenciar nada pero el pasado sábado 2 de marzo estaba volviendo con mi familia desde Casilda observamos que un auto se despista y cae sobre una especie de laguna que se había formado por la lluvia reciente".

"Todo lo que pasó en ese momento fue una suma de casualidades porque ese día no deberíamos haber ido por ahí, habíamos salido más tarde y pasamos por ahí cuando no había nadie más, solo el siniestrado y nosotros ", manifestó la docente.

"Paramos y nos acercamos a ayudar. El auto estaba dado vuelta, la ventanilla baja, y solo se veían los brazos del conductor, la cabeza estaba abajo del agua y no se podía abrir las puertas. Le pegamos una patada y se destrabaron. Nos encontramos con un Caniche Toy colgado de un arnés y el hombre que se ahogaba".

"Ya cuando llegó más gente pudimos destrabar al conductor, todos decían algo distinto, era un descontrol, hasta que recordé algo de cómo se hacía un RCP por mis años como docente, ahí se me vinieron a la mente los Bomberos de Gobernador Castro y Omar Agüero enseñándonos, así que lo di vuelta al hombre y empecé con las compresiones en medio de gritos y desesperación ", recordó emocionada.

"El hombre ya no tenía pulso, todos opinaban hasta que mi marido le pegó a la altura de los pulmones y comenzó a largar agua con barro porque ya estaba bronco aspirado".

"Es un momento que no me olvido más en mi vida pero gracias a Dios reanimó y tuvo un final feliz".

"Este señor después me dice que tuve un temple impresionante pero creo que fue la suma de la adrenalina. Yo no lo salvé, fue la cadena de situaciones que se fueron dando porque si no se hubiera podido abrir la puerta, sino se liberaba el cinturón o le pegaban en los pulmones el hombre se ahogaba".

"El señor estuvo internado en Ramallo y fue dado de alta, me ubicó y quedamos en encontrarnos. Es un señor de prefectura que iba circulando por autopista, y venía de conocer a su tercer nieto, es muy emotivo todo".