
Recientemente condecorado con la Orden Ecuestre Militar Caballero Granadero de Los Andes durante el acto desarrollado en el Regimiento de Granaderos a Caballlos en Palermo, el veterano de guerra Domingo Novaro visitó los estudios de FM Génesis.
El sampedrino fue reconocido junto a Carlos Argentino Acuña, Aldo Gabriel Apecechea y Miguel Ángel Piaggio, quienes fueron parte del grupo que cruzó a las islas y combatió durante la guerra.
En la entrevista, Novaro, manifestó el valor que tiene esta condecoración pero fue más allá de todo, reveló algunos detalles aun desconocidos sobre la permanencia de los Granaderos en Malvinas y las sensaciones que aún perduran de su participación en el conflicto.
“Este acto estaba programado para el 2 de abril pero cuestiones de logística y por falta de personal se postergó, después lo quisieron hacer el 14 de junio pero nosotros le dijimos que no se podía y finalmente lo hicimos ahora”, comentó.
“Los Granaderos estamos en contacto permanente a través de un grupo de whatsapp y en contacto con el Presidente de la Asociación Argentina de Granaderos reservistas, Pedro Urueña, qué fue el que descubrió a través de las actas que hubo Granaderos en Malvinas”, comentó Novaro.
“Urueña tubo largas discusiones con sus jefes porque todos negaban la participación de los Granaderos en la guerra pero habíamos ido 10, dos suboficiales y 8 soldados”, agregó. “De mis soldados eligieron a 150 que formaban el escuadrón Pringles y tenía la función de custodiar las costas en el sur, los gasoductos, los oleoductos y algunas pistas de aterrizaje, entonces de esos 150 eligieron a 8 soldados y dos oficiales para ir a Malvinas, entre los que estuve incluido yo”.
“En el acto fuimos solo 4 porque el resto no pudo estar por distintos motivos ya que viven en distintas provincias”.
“En realidad hay muy pocos condecorados como nosotros. Hay un granadero que cumplió 100 años, un escritor que escribió sobre San Martín, y un premio Nobel. Ahora nos tocó a nosotros los 9 Granaderos. El décimo no fue condecorado por qué deshonró el código militar Sanmartiniano, porque en un momento cuando las tropas inglesas nos toman de prisioneros en Malvinas él se sacó las tiras de Cabo Primero para pasar como soldado pero cuando los ingleses se dieron cuenta la diferencia que había entre él y el resto de los soldados lo sacaron aparte y lo llevaron con los Oficiales y Suboficiales”.
“Celebraciones como las del lunes son actos hermosos y muy emotivos dónde lo disfrutamos todos principalmente la familia”, manifestó Domingo Novaro.
“Cuándo se canta el Himno Nacional, la invocación a Cabral y la marcha de San Lorenzo, en ese momento se te caen las lágrimas”.
“Después de 40 años, en lo personal, le doy un gran valor a este tipo de reconocimientos. El del otro día fue un acto muy importante porque más allá de la jura a la bandera sirvió para que todo el regimiento nos rinda honores”, reconoció.
El veterano de guerra también recordó sus momentos más duros y como a muchos de los que regresaron con vida debieron pasar. “Ser guía de pesca para mí fue una terapia porque cuando regresamos de la guerra fue tremendo para nosotros, estaba violento, me pasaban muchas cosas, realmente estaba mal, y de a poco lo fui superando, hace unos años tuve una recaída pero ahora estoy mucho mejor”, remarcó Novaro.
“Al principio lo que nos pasó fue lo que llamamos un proceso de malvinización, pero después con los años la gente fue cambiando, nos fue reconociendo al punto tal de que la gente te para en la calle y te dice muchas gracias. En San Pedro nos conocen a todos los veteranos y eso es muy bueno para nosotros, son caricias al alma y al corazón”, remarcó emocionado.