
La detención de Axel "Pelusa" Rojas en San Pedro también orientó la investigación hacia el lugar en donde se hospedaba y el rol del dueño de casa.
Por ahora no se los ha involucrado pero nadie lo descarta, principalmente por la figura del "encubrimiento". La casa de Rivadavia y América pertenece a Iván Nuñez, un joven sampedrino con frondosos antecedentes que en tras la detención Rojas habló con distintos medios de comunicación buscando deslindar responsabilidades y despegarse de su relación con el acusado.
Ivan Nuñez es conocido en el ámbito delictual de la ciudad por la cantidad de hechos en los que estuvo involucrado. Robos calificados, arrebatos y violencia familiar son algunos de los casos resonantes en los que participó durante muchos años, desde que era menor de edad.
El hecho más resonante y por el cual estuvo detenido en una Unidad Penal Bonaerense fue cuando se lo involucró en el asesinato de Oscar Aristuche, hecho cometido en octubre de 2007.
Esa vez, junto a otro delincuente, apareció vinculado al hecho luego de que el hombre aparezca sin vida en el interior de su vivienda ubicada sobre la calle Independencia y Cro. Gral. Belgrano.
"Se contactó un tal Gómez a través de redes sociales, yo les alquilé de buena fe, pero no sabía que andaban disparando”, relató a TN. “El muchacho se quedó arriba del auto, bajó la novia y otro flaco. Me pagaron $50.000 por un mes y después entró el pibe con la cabeza agacha y con una gorrita”, precisó.
Además, detalló que llegaron el martes a la noche al lugar. “Hablamos por WhatsApp, supuestamente se les rompió el auto y esperaron a que se haga de noche y recién ahí llegaron. Vinieron en un auto con vidrios polarizados. Me dijeron que venían del Chaco a buscar trabajo porque se estaban cagando de hambre, pero el pibe dormía hasta la una de la tarde y yo le dije a la novia que así no iba a conseguir”, contó.
De esa manera, con el correr de las horas comenzaron las dudas. “Mi mamá empezó a sospechar porque nunca salían. Me pedían yerba, azúcar pero no salían. Tomaban mate y el tipo siempre de espalda y ocultándose con una gorrita. Nunca lo vi de frente”, explicó Iván.
La madre de la novia vive acá, en San Pedro, pero les dijo que no, no los quiso hospedar porque le iban a reventar la casa”, contó Iván.
“Hoy me da mucha impotencia, mucha bronca, eso con una criatura no se hace, cuando me enteré me dieron ganas de pegarle. Ahora que pague, yo colaboré en todo lo que más pude”, destacó.