En San Pedro crece la bronca y la desconfianza hacia el intendente Cecilio Salazar. Para muchos vecinos, quedó en evidencia que su verdadera prioridad nunca fue la ciudad, sino su carrera política personal. “Nosotros luchamos contra eso, nuestro interés es ver bien a San Pedro”, confiesa Rasio.

Un intendente con otros planes

No es la primera vez que Salazar pone a San Pedro en segundo lugar. En 2021 abandonó la intendencia para ocupar un cargo en el Ministerio de Transporte del gobierno de Alberto Fernández, considerado por amplios sectores como el peor presidente de la Argentina. “En ese momento, la ciudad quedó a la deriva y los vecinos lo sintieron: servicios desatendidos, obras paralizadas y una administración que funcionaba en piloto automático”, se lamenta Rasio.

Un regreso forzado, no elegido

Salazar no volvió porque quisiera, sino porque se lo pidieron. Su regreso estuvo marcado por la presión política, no por la vocación de resolver los problemas de los barrios. “Los vecinos ya se dieron cuenta de que utiliza la intendencia como un escalón en su propio proyecto personal, sin un compromiso real con el futuro de San Pedro y nosotros luchamos contra eso, nuestro interés es ver bien a San Pedro”, confiesa Rasio.

La ciudad que espera, el intendente que se ausenta

Mientras San Pedro enfrenta problemas urgentes —calles destruidas, inseguridad en los barrios, turismo desaprovechado y falta de inversión en infraestructura—, el intendente parece más preocupado por su posicionamiento en la política provincial y nacional que por dar respuestas concretas a los vecinos.

¿Quién gobierna realmente San Pedro?

La pregunta que circula entre comerciantes, trabajadores y familias es clara: ¿puede una ciudad crecer si su intendente está pensando en otra cosa? La sensación es que San Pedro quedó atrapada en las ambiciones de un dirigente que mira más arriba, pero no hacia adentro.