El Grupo Conservacionista de Fósiles acaba de descubrir parte de la cadera fosilizada de un perezoso terrestre gigante de la familia Megatheriidae.
La pieza fue recuperada al pie de una barranca, a unos 8 kilómetros del casco urbano de San Pedro, en sedimentos depositados durante la Edad Ensenadense, hace más de 500.000 años.
Los megaterios fueron animales que rondaban las 4 toneladas de peso, llegando a medir algo más de 5 metros de longitud. Su estructura ósea, con huesos masivos, estaba adaptada para soportar un peso muy importante; su dieta era herbívora y sus grandes manos estaban equipadas con poderosas garras con las que enganchaba ramas de los árboles de mediana altura que tapizaban la llanura prehistórica, para alimentarse.
El conocimiento de estos grandes perezosos durante la Edad Ensenadense, dista mucho de ser completo, por lo tanto son muy interesantes los hallazgos de fósiles de megatéridos de esa antigüedad.